En general, los habitantes de Corfú deberían aprender a ignorar las pequeñas cosas y limitarse a disfrutar de la belleza que les rodea. Hay una cabra cruzando la carretera, haciendo sonar su cascabel al ritmo de las cigarras, y el viento del sur trae el aroma de las flores del prado. Un granjero te sonríe mientras pasa con su tractor, y te das cuenta de lo maravilloso que es estar en una isla, sin preocuparse por nada, sin prisas por ir a ninguna parte: eso es la vida real.
12. Corfú es amor
Como prueba de ello, hay un "Canal del Amor" en Sidari.Bancosaltos y empinados de arena(que, por desgracia, se han derrumbado un poco debido a los desastres naturales) y el mar entre ellos.