Villa Adriana, Tivoli
Esta lujosa villa, que se extiende a lo largo de 120 hectáreas en la pequeña ciudad italiana de Tívoli, merece sin duda la atención de los viajeros, porque puede dejar sin aliento con sólo mirarla.
Tras conocer la biografía del propietario de la villa, el emperador Adriano, queda claro que este lugar no fue elegido por casualidad. En la historia, este gobernante entró como un sabio filósofo, conocedor de la pintura y la arquitectura. Él mismo participó en el desarrollo de muchos proyectos de la época, y en la pendiente de años decidió construir una villa donde se puede recurrir a la reflexión y la contemplación de la hermosa.
En el territorio de la villa se trazaron pintorescos callejones, parterres, plantó árboles de jardín, cavó estanques y piscinas, instaló numerosas estatuas. Además de los aposentos del emperador, se construyeron casas para sirvientes y guardias, termas, teatro, museo marítimo, templo e incluso una academia. Hasta ahora no ha sido posible conservar toda su grandeza, pero para contemplar las partes del complejo, que aún perduraron en el tiempo, hoy acuden aquí un gran número de viajeros.
Lago de Como
La superficie de este hermoso lago italiano es de 146 kilómetros cuadrados. Pero es famoso no sólo por su tamaño, sino también por su ambiente increíblemente romántico, sus vistas asombrosamente bellas y sus lujosas villas. Es a orillas del lago de Como donde la gente rica de todo el mundo suele comprar una casa para pasar los días sentados en una terraza al aire libre con una copa de vino y disfrutando de las hermosas vistas.
La atmósfera de este lugar es tranquilizadora y relajante. Gracias a su ubicación en las estribaciones de los Alpes, está protegido de los vientos. Es el tercer lago más grande del país y el más profundo de Europa. Se encuentra a 198 metros sobre el nivel del mar.
Aquí podrá relajarse tanto en invierno como en verano. Especialmente agradables son los paseos lentos por los terraplenes y parques, o en transporte acuático. Pequeños barcos, botes, transbordadores, yates y taxis acuáticos surcan a menudo el lago y le llevan a cualquier punto del mismo.