El Mar de Japón no es sólo un maravilloso destino de vacaciones, sino también un tesoro cultural único. Aquí podrá empaparse de la atmósfera de la historia y las tradiciones japonesas visitando antiguos templos y santuarios a orillas del mar y, por supuesto, entregarse al relax playero mesurado.
Kamakura
Kamakura es una ciudad relativamente pequeña para los estándares locales, pero muy importante para los japoneses. Antaño fue la capital del país, y hoy atrae a peregrinos budistas de todo el mundo. Aquí se conservan numerosos complejos de templos antiguos, que cualquiera puede visitar.
La ciudad también cumple una función de balneario, ya que se extiende a orillas de la bahía de Sagami, que forma parte del océano Pacífico.
El balneario está rodeado de bosques, gracias a los cuales se formó aquí un clima único, útil para la salud. Aquí sólo hay tres playas, pero son suficientes para unas vacaciones en toda regla. La más famosa de ellas es Yuigahama, donde en las noches de verano se pueden ver fuegos artificiales en el cielo de la ciudad. Inamuragasaki es donde se viene a disfrutar de la puesta de sol, mientras que Shichirigahama es ideal para practicar surf y otros deportes acuáticos.