Como en muchas ciudades europeas, las principales atracciones están concentradas en el Casco Antiguo. Es un verdadero laberinto de calles estrechas bordeadas de casas construidas en los siglos X-XII.
Si visitas Montpellier en verano, puedes asistir al festival anual de música clásica y jazz. En el marco de este evento, se llevan a cabo más de 150 conciertos y eventos diferentes en salas de conciertos y lugares históricos de la ciudad. También se celebra un festival internacional de danza en Montpellier a finales de julio.
La región de Languedoc-Rosellón es rica en viñedos, se produce más vino aquí anualmente que en toda Australia. Los vinos tintos locales son especialmente valorados, y puedes degustarlos en Montpellier y sus alrededores. También deberías probar el pastis, una tintura de anís que los franceses usan como aperitivo (se bebe con hielo, jarabe de menta y granadina).
A los amantes de la gastronomía también les encantará la ciudad. ¡Hay unos 500 cafés y restaurantes para todos los gustos y bolsillos! La cocina de la región se caracteriza por una abundancia de mariscos, platos de carne y castañas. Aquí también se produce el famoso queso Roquefort. No dejes de probar la sopa de castañas y verduras Badjana, los rollos de carne "brajol" (en nuestro país este plato se llama "brizol"), los caramelos de regaliz "grisette" y las galletas "zezeta" hechas de masa de arena con vino blanco seco.