Los canales dividen Calais en dos partes: la restaurada Ciudad Vieja (Calais-Nor) y los barrios modernos (Calais-Sud). Deberías comenzar a explorar la ciudad desde la Place Placed'Armes, a veces llamada "el corazón de Calais". Era un mercado bajo los británicos, y cuando la ciudad fue devuelta a los franceses, se convirtió en una tradición celebrar ferias dos veces al año en la plaza. Hoy en día, los miércoles y sábados hay un bullicioso mercado que es una visita obligada.
A los amantes de la comida les encantará la cocina local, que combina las mejores tradiciones culinarias de ambos países. El orgullo de Calais es el queso Maroilles, con un sabor muy delicado. Otro manjar es el Potjevleesch, un rollo hecho de diferentes tipos de carne. Aprecia el Waterzooi, un guiso de verduras, pescado y pollo, que se toma prestado de la cocina belga.
El festival Christmas Extravaganza comienza a finales de noviembre y es muy esperado por los residentes y visitantes. Uno de los eventos más divertidos es el desfile de pavos, durante el cual las aves marchan por las calles de Calais como invitados de honor. Si visitas la ciudad en la víspera de Navidad católica, encontrarás numerosas ferias operando en casi todos los distritos. Aquí puedes comprar souvenirs, comida y dulces locales.