Portugal a menudo es considerado por los viajeros como una tierra lejana y desconocida, bañada por el sol e impregnada con los aromas del café negro, las naranjas y el eucalipto. En realidad, este país está habitado por personas increíblemente acogedoras que han soportado terremotos devastadores y guerras, pero que nunca han perdido su sentido del orgullo. La verdadera esencia de Portugal se puede descubrir en sus tradicionales canciones melancólicas y en los monumentos nacionales que siguen dando una cálida bienvenida a hordas de turistas.